No es infrecuente que muchas personas que deciden acudir a terapia refieran directa o indirectamente problemas de baja autoestima, es decir, que experimentan una sensación de falta de valía personal cuando se autoevalúan y, por tanto, no ponen en marcha acciones de autoafirmación (acciones encaminadas a transmitir emociones, opiniones e ideas personales de forma asertiva). Así cuando hablamos de que una persona tiene baja autoestima queremos decir que la imagen que tiene de sí mismo/a le genera dolor y sufrimiento, y le limita en su vida cotidiana.
¿De qué depende nuestra autoestima? Que nuestra autoestima sea adecuada o no es resultado de los procesos comparativos que ponemos en marcha respecto a los modelos internos sobre uno mismo/a en los que se produce una comparación entre cómo nos conceptualizamos que somos y quienes deberíamos ser.
La mayoría de estos modelos internos tienen su base en cosas que se han aprendido, observado, oído de lo que la gente dice de uno u observando lo que otros hacen en la infancia. Así son especialmente relevantes en la creación de estos modelos nuestras figuras de apego y las experiencias vividas con ellas (independientemente de que hoy se recuerden o no esas experiencias).
Así tendremos una autoestima baja si el modelo interno que tenemos sobre nosotros mismos (es decir nuestro “yo real”) fomenta una percepción distorsionada de nuestras capacidades y defectos (minimizando los primeros y maximizando los segundos). Este modelo entra en comparación con la expectativa de quien debería ser, es decir nuestro “yo ideal”. El yo ideal determina el nivel de exigencia que nos imponemos para considerarnos merecedores de amor. Cuando el patrón ideal con el que nos comparamos, es desproporcionado respecto cómo me percibo realmente y lo vivo como inalcanzable provoca frustración y sensación de inadecuación. Y termina influyendo en la seguridad y confianza con la que me desenvuelvo en el mundo.
Si bien la autoestima de cada persona es resultado de diferentes procesos y sucesos evolutivos, estos no son definitivos, por lo que diferentes hechos o situaciones (incluida la terapia) pueden modificar estos modelos internos, cambiando nuestra auto-percepción y nuestra autoestima.
Desde NB Psicología te podemos ayudar a comprender tus modelos internos y mejorar tu autoestima mediante el análisis de tu historia vital para entender las creencias negativas sobre ti mismo/a que tienen influencia a día de hoy, el aprendizaje de nuevas capacidades autoafirmativas, la potenciación de tus fortalezas y así desarrollar un autoconcepto más adaptativo.
Si sientes que tienes dificultades en valorarte a ti mismo/a y necesitas apoyo psicológico puedes ponerte en contacto con nosotros, desde el equipo de NB Psicología estaremos encantados de ayudarte.
Elena Castela
Psicóloga sanitaria en NB Psicología