La ludopatía o juego patológico consiste en un comportamiento de juego problemático que altera significativamente la vida de quien lo sufre.
Habitualmente supone una preocupación por el juego (reviviendo experiencias pasadas o planificando en las próximas así como pensando formas de conseguir dinero para poder volver a jugar)
A veces es tan importante o más que el propio dinero, la sensación que produce jugar: la euforia, la emoción que genera.
La persona que sufre juego patológico suele haber hecho intentos por dejar de jugar, pero cuando no juega suele sentirse irritado angustiado. Muchas veces, el juego supone también una vía de escape de otros problemas, funcionando como una actividad que relaja y libera. De hecho, La urgencia de apostar o de jugar aumenta generalmente durante los períodos de estrés o depresión.
El jugador patológico no consigue dejar de jugar fácilmente, siendo habitual que se tome “revanchas” con las pérdidas, tratando de recuperar lo perdido, implicándose en grandes apuestas y asumiendo riesgos desproporcionados. Es más, muchas veces, al quedarse sin dinero, pueden llegar mentir, robar, falsificar, etc… con tal de conseguir algo más de dinero, que muchas veces sienten como una oportunidad segura para ganar y recuperar.
Es muy frecuente que existan ciertas distorsiones en las creencias sobre el juego, como una confianza excesiva, sentido de control y superstición.
En el juego patológico no siempre lo relevante es la frecuencia del juego, si no la gravedad de las apuestas, y la falta de control que tiene la persona sobre el juego.
El curso del trastorno suele ser crónico si no se interviene, pudiendo aparecer una progresión en la frecuencia del juego, la cantidad apostada la preocupación asociada.
Lo importante del juego patológico no es la cantidad de veces que se juega, o la cantidad de dinero que se gasta, si no el problema para controlar el impulso, y el deterioro que este descontrol supone para la vida social, familiar y laboral de la persona. En muchos casos, la persona que lo sufre no es consciente del problema o es consciente pero no lo reconoce, por lo que la familia suele tener un papel fundamental. En NBPsicología hemos desarrollado un programa para Tratamiento Integral del Juego Patológico. Pincha aquí para leer en qué consiste el tratamiento.