Síntomas y señales de Trastorno de Depresión Mayor
El Trastorno de Depresión Mayor tiene una alta prevalencia en nuestra sociedad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 3,8% de la población mundial presenta algún tipo de trastorno depresivo. Se estima que el 5% se da en adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) y el 5,7% de los adultos mayores de 60 años. Entre la población infanto juvenil esta cifra está subiendo considerablemente desde la pandemia. En España, alrededor de un 20% de adolescentes cumple los criterios para este diagnóstico y un 5% de los niños y adolescentes se estima que la sufren antes de cumplir los 19 años.
Con estas cifras, es probable que te preguntes cómo reconocer si tú o alguien de tu entorno puede estar sufriendo depresión.
Los síntomas depresivos son diversos y no todas las personas manifiestan todos ni en la misma intensidad. Si bien la persona puede manifestar el malestar de forma global, a continuación se presentan los síntomas comunes categorizados según diferentes esferas (somáticos, emocionales, cognitivos, sociales y conductuales).
Síntomas asociados a la depresión:
- Síntomas somáticos
- Pérdida o aumento significativo del apetito; con su consecuente pérdida o aumento aumento del peso.
- Alteraciones del sueño: insomnio, problemas para iniciar o mantener el sueño o dormir demasiado
- Sensación de tensión interna
- Pérdida de interés sexual
- Cefaleas/Jaquecas
- Mareos
- Dolor de espalda
- Problemas para respirar
- Problemas de corazón
- Problemas gastrointestinales
- Dolor abdominal
Estos síntomas físicos a menudo no responden al tratamiento farmacológico y pueden mejorar con tratamiento psicológico.
- Síntomas cognitivos:
- Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
- Creencias sobre uno mismo negativas o autodevaluativas como sentir que no se es suficiente, ser inútil, ser peor que los demás, etc.
- Pensamientos o ideación suicida.
- Síntomas emocionales
- Tristeza o sentimiento de vacío persistentes
SI bien la tristeza y el bajo estado de ánimo general suele ser la emoción o estado emocional más visible y que más se suele asociar a la depresión, también otras emociones pueden estar en la base del malestar, que a menudo no son tan visibles como la tristeza. Estas emociones difíciles pueden ser la culpa, la rabia o la vergüenza. Cuando estas emociones no se gestionan bien, pueden provocar sentimientos intensos de desesperanza, ira internalizada, miedo al rechazo, ideación suicida, etc.
- Sentimiento de desesperanza, pesimismo o inutilidad
- Pérdida de interés en actividades que antes producían placer, incluyendo la actividad sexual
- Llanto persistente
- Fatiga o pérdida de energía
- Pérdida de la expresión emocional (o aplanamiento emocional)
- Irritabilidad
- Anhedonia
- Desmotivación
- Síntomas sociales
- Dificultades en las relaciones interpersonales: son frecuentes en las personas con trastorno de depresión mayor. Estas dificultades pueden darse como una de las múltiples y posibles causas del trastorno, o como consecuencias del mismo, pues puede ser difícil encontrar el apoyo y compresión del entorno social necesario para la persona afectada. Por tanto; ambas pueden retroalimentarse generando un círculo vicioso que complica la recuperación. Por ello, es imprescindible abordar estas dificultades en el proceso terapéutico, mejorando las habilidades sociales de la persona, sus patrones de relación, habilidades de comunicación, etc.
- Problemas en relación de pareja
- Problemas en relaciones familiares
- Síntomas conductuales
- Ideación o intentos de suicidio
- Auto-lesiones.
- Reducida actividad, fruto de la anhedonia y pérdida de placer.
Síntomas de depresión en población infanto-juvenil
En niñ@s los síntomas depresivos pueden menifestarse más desde la irritabilidad, el aburrimiento o los problemas de conducta, así como la apatía o irritabilidad en los adolescentes.
Síntomas de depresión en personas mayores
Además de los síntomas habituales en adultos, en las personas mayores puede observarse un marcado retraimiento, sentimientos fuertes de soledad, apatía o ideas delirantes.
Si reconoces en tí o alguien cercano alguno de estos síntomas acompañado de elevado malestar emocional, consulta con un profesional de la psicología que te ayude a identificar, entender y sobretodo reducir o eliminar tu malestar. No importa cuánto tiempo lleves sufriendo estos síntomas, un profesional actualizado y especializado sabrá cómo acompañarte en tu proceso.