A lo largo de nuestra vida, es común enfrentarnos a situaciones emocionales que nos desbordan. En nuestro centro de psicología, hemos acompañado a personas en momentos críticos, ayudándolas a procesar experiencias dolorosas, como el duelo, y gestionar condiciones como el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Recientemente, hemos trabajado con una persona que llegó a consulta abrumada por el diagnóstico de una enfermedad neurodegenerativa a un familiar cercano. Al mismo tiempo, esta persona lidiaba con un TOC que había sido diagnosticado hace años. En su caso, las compulsiones estaban relacionadas con el miedo a las enfermedades, algo que se intensificó tras el diagnóstico de su familiar.

Un enfoque integral en terapia

Lo primero que se hizo fue trabajar con la línea de vida para identificar eventos traumáticos. Aplicando esta técnica terapéutica, se descubrió que había experimentado diferentes situaciones vitales que le habían generado un trauma. De esta manera, su ansiedad y los síntomas del TOC, se estaban enfatizando.

A medida que avanzaba la terapia, trabajamos en dos frentes: por un lado, en el duelo anticipado por la enfermedad de su familiar, y por otro, en la exposición con prevención de respuesta para tratar los síntomas de su TOC.

Los síntomas, estaban muy relacionados con el miedo a las enfermedades, lo que tenía mucho sentido dado su contexto personal. Las compulsiones, como el lavado de manos constante o ciertos movimientos faciales repetitivos, comenzaron a disminuir gradualmente con el tratamiento.

El impacto positivo de establecer límites

Uno de los grandes avances en la terapia fue ayudar al paciente a reconocer patrones familiares que estaban afectando su bienestar emocional. Durante el proceso, entendió la importancia de establecer límites con su familia, especialmente con su familiar enfermo, a pesar de la culpa que esto le generaba. Para trabajar estos sentimientos, se utilizó la técnica de la silla vacía, lo que le permitió procesar mejor estas emociones.

El procesamiento del duelo

Cuando la enfermedad progresaba, utilizamos la terapia EMDR para ayudar a esta persona con el duelo y a procesar los aspectos más traumáticos de su pérdida. Durante este trabajo, se hicieron conexiones inesperadas con el TOC de su familiar, quien también había sido diagnosticado con esta condición. Esto no solo la ayudó a procesar el duelo, sino que también tuvo un impacto positivo en su propio manejo del TOC. 

Resultados tras el proceso terapéutico

Después de más de un año de tratamiento, los avances fueron notables. La persona logró reducir significativamente sus síntomas de TOC, establecer límites saludables con su familia, y procesar el duelo de una manera que le permitió encontrar la paz. Casos como este reflejan cómo la terapia psicológica, bajo el modelo de la Psicoterapia Integradora, Trauma y Apego, puede ofrecer un soporte crucial para quienes enfrentan desafíos similares.