Si piensas en la adolescencia, ¿qué te viene a la mente? Las respuestas más frecuentes son: conflicto, límites, normas, intensidad emocional, crisis vital…
Como adultos, cuesta entender los conflictos de los adolescentes, así como sus respuestas más esperables. No entendemos sus reacciones, ni su necesidad de alejarse de la familia, ni sus altibajos emocionales. Nos cuesta entender las razones por las que reaccionan de una forma tan explosiva, así como los conflictos que tienen con sus iguales.
La adolescencia suele ser un cambio que llega casi sin darnos cuenta: de repente, nuestro hijo pasa a ser casi un desconocido. Incluso a veces, son cambiantes en gustos, aficiones, intereses… y como padres, toca adaptarse a estos cambios.
Todos sabemos lo que implica la adolescencia, como adultos que somos hemos pasado por ello. Los adolescentes cambian, evolucionan, crecen y toman decisiones; pero cuando comienza es difícil digerir todo lo que implica.
Pero, ¿por qué la adolescencia es una etapa tan temida?
- Es una etapa cargada de un gran conflicto interno, donde el adolescente está generando su propia identidad y su forma de relacionarse con el entorno y los demás.
- Generalmente nos encontramos con una forma diferente de entender el presente y a los demás. El cerebro del adolescente está consolidándose y eso hace que la perspectiva de ciertas cosas sea distinta a la de un adulto.
- Suele haber un sentimiento de incomprensión en ellos, a la hora de sentir y relacionarse, que también es distinto a los adultos.
Daniel Siegel (2014) plantea cuatro aspectos básicos en la etapa adolescente. Es importante entender que estos aspectos implican unas necesidades en el adolescente, por lo que será fundamental poder dar respuesta a las mismas satisfactoriamente:
- Implicación social: Tienden a necesitar mucho contacto con sus iguales y a alejarse del entorno familiar. Aparece una gran necesidad de conectar con su entorno y establecer relaciones sólidas.
- Búsqueda de novedades: Aparece una búsqueda de nuevas experiencias. La necesidad de estimulación sensorial y emocional es elevada, por ello, hay mayor riesgo de que esta estimulación implique riesgo físico o de salud.
- Aumento de la intensidad emocional: Se produce un aumento de las sensaciones internas. Esta intensidad emocional ayuda a dar sentido y vitalidad a lo largo de la vida.
- Experimentación creativa: Se desarrolla un pensamiento más abstracto, con una conciencia plena para ver el mundo a través de una óptica nueva y distinta de la visión infantil.
Entender que estas necesidades son consecuencia de la etapa vital nos ayuda a poder manejar y afrontar los diferentes conflictos que pueden surgir. De esta manera, es importante aceptar que va a existir una necesidad, por ejemplo, de búsqueda de novedades, y buscar la manera más satisfactoria y segura de realizarlas.
No se puede olvidar que el cerebro del adolescente está desarrollándose a lo largo de toda la etapa adolescente. Es en este periodo en el que se desarrollan las áreas cerebrales superiores, relacionadas con la toma de decisiones, el procesamiento emocional y la impulsividad. Entender que el cerebro se está desarrollando no implica que no podamos hacer nada de forma externa para facilitar el desarrollo, pues todo componente de estrés influirá en que el desarrollo no sea óptimo.
Pese a que los adolescentes necesitan un alejamiento del entorno familiar, esto no quiere decir que no necesiten para ello de cierta ayuda de sus padres, y una mente adulta que les ayude a desenredar los conflictos existentes.
Como adultos, podemos dar herramientas para facilitar esta situación, ayudando en la toma de decisiones y debatiendo, con el adolescente, cuál es la opción más adecuada. Entender sus conflictos o reconocer las necesidades existentes sin minimizarlas, son formas de ayudar al adolescente a entenderse a sí mismo.
De esta forma, escuchar, entender, dar espacio, acompañar a nivel emocional… serán tareas que faciliten que la toma de decisiones sea más adaptativa y, por tanto, más segura.
En NB Psicología, podemos ayudarte a entender lo que ocurre, así como a buscar soluciones ante las situaciones que se generan tanto a nivel social como familiar.
Vera Celada
Psicóloga sanitaria en NB Psicología