¿Cómo es el apego en la etapa adulta?
El concepto de apego, crucial para entender nuestras relaciones y comportamientos emocionales, tiene sus raíces en las observaciones y teorías desarrolladas por John Bowlby y Mary Ainsworth. Bowlby, en su teoría original, describió el apego como un sistema biológico que motiva a los individuos a buscar proximidad con una figura de apego segura cuando están ansiosos o amenazados.
Ainsworth amplió esta teoría al identificar diferentes estilos de apego en niños pequeños a través de su famoso «Procedimiento de la Situación Extraña«, que clasificaba las reacciones de los niños cuando eran separados y luego reunidos con sus cuidadores.
Clasificación de los Tipos de Apego en la Infancia
La clasificación inicial del apego identifica tres patrones principales:
Apego Seguro:
Los niños que muestran un apego seguro sienten que pueden depender de sus cuidadores. Cuando se separan de ellos, pueden mostrar angustia, pero al reencontrarse responden positivamente y se calman rápidamente. Este estilo se asocia con cuidadores consistentemente receptivos y atentos a sus necesidades.
Apego Evitativo:
Los niños con apego evitativo suelen mostrar poca angustia durante la separación y evitan a sus cuidadores al reencontrarse. Este comportamiento a menudo refleja una respuesta adaptativa a cuidadores emocionalmente distantes o desatentos.
Apego Ansioso-Ambivalente:
Estos niños se angustian mucho con la separación y no parecen tranquilizarse cuando los cuidadores regresan, mostrando comportamientos contradictorios que reflejan la inconsistencia de la respuesta de sus cuidadores.
Posteriormente se incluyó una cuarta categoría, que es la se conoce como “Apego desorganizado”. Este concepto requiere mención aparte, por lo que, si quieres saber más, puedes hacerlo en este otro artículo
Aplicación y Complejidad del Apego en Adultos
Aunque estas categorías fueron inicialmente aplicadas a niños muy pequeños, el estudio del apego en adultos es considerablemente más complejo. Los adultos pueden exhibir combinaciones más matizadas de estos estilos básicos, influenciados por sus experiencias de vida adicionales y las relaciones formadas más allá de la infancia. La investigación sobre el apego adulto tiende a centrarse en cómo estas configuraciones tempranas afectan las relaciones románticas y otras interacciones sociales significativas.
En adultos, los estudios de apego han evolucionado hacia un modelo más dimensional que reconoce la ansiedad de apego y la evitación de apego como espectros. Estas dimensiones permiten una comprensión más detallada y menos categorizada:
- Ansiedad de Apego: Refleja el temor a ser abandonado y una preocupación excesiva por la disponibilidad de los seres queridos.
- Evitación de Apego: Indica una tendencia a mantener la distancia emocional y una preferencia por la independencia en lugar de la intimidad.
- Este enfoque dimensional reconoce que los adultos manejan sus relaciones de manera más compleja que los niños pequeños y que la influencia de los estilos de apego se extiende a muchos aspectos de la vida adulta, incluyendo la elección de pareja, la amistad y la dinámica en el lugar de trabajo.
Comprender los estilos de apego puede ser extremadamente útil en terapia, ya que proporciona una base para explorar cómo los individuos se relacionan con los demás y cómo pueden moverse hacia relaciones más seguras y satisfactorias. Si te identificas con alguno de estos estilos o estás interesado en cómo el apego puede estar jugando un papel en tus relaciones, considerar la terapia puede ser un paso valioso para un mayor crecimiento personal y mejoras en tus interacciones interpersonales.
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